Dinero público para bandas urbanas

Luis Pérez

Con el programa Jóvenes en Alto Riesgo, la Alcaldía de Medellín regala $400.000 pesos mensuales, a quienes le entreguen un arma y asistan al 75% de las conferencias programadas.

Todos, en los barrios populares quieren recibir $400.000 al mes, no importa qué haya qué hacer. En esta piñata del dinero público, los testimonios son escandalosos:

UNO. Jóvenes expertos en delincuencia, entregan el arma más vieja, y al ingresar al programa y recibir de la alcaldía $400.000 al mes, reinvierten en modernizar armamento.

DOS. Personas que no delinquen, quieren la platica y no desperdician semejante papayaso. Consiguen algún arma y reciben la beca. Son tantos que muchos siguen en lista de espera.

TRES. Muchachos viciosos de esquina son inducidos a que se conviertan en combo, para que entren al programa con un arma por cada dos personas. Se completa el grupo, se entregan armas viejas y a consumir vicio en la esquina con dinero público.

CUATRO. Muchos Jóvenes cuando reciben el sueldito oficial de $400.000 al mes, se asocian, aportan para un fondo con el fin de comprar armamento, y quedan listos como empresarios de la violencia para ofrecer los servicios contemporáneos de dominar territorios urbanos, o de sembrar el terror en una zona, o de proteger actividades ilegales.

Unido a lo anterior, una cosa grave para aclarar. La Alcaldía recibe el arma y le asegura no investigar a quien la entrega.  No hace ningún estudio de balística del arma.

En apariencia, la Alcaldía asume la competencia ilegal de indultar. Es bueno recordar que quien posee un arma ilegal reconoce un delito, y solo la Presidencia y la Fiscalía, son las que tienen la potestad de definirle su situación. Que se sepa, la Fiscalía no ha participado.

Y otra cosa más grave. La Alcaldía recoge las armas y las muestra como un gran trofeo de desarme de la ciudad, cuando por el contrario, con dinero público se están rearmando. Así, el maquillaje del desarme es otro engaño urbano.

En la historia de Colombia ha sido un grave error dar becas y no trabajo a quienes quieren dejar la violencia. Una persona que ha sido siempre ilegal solo se dedica a una vida digna si se le educa y se le da un trabajo digno. Becas eternas para desocupados con adicción a la guerra termina en desastre social. Una beca de un mes o dos mientras se organiza es razonable, pero becas de por vida es lo que tiene a Medellín convertida en el infierno de la violencia urbana.

Como la Alcaldía no quiere reconocer el fracaso, cada día la violencia espantará más. La bella idea de prevenir la violencia en jóvenes en riesgo ha tenido el nefasto resultado de estallar nuevas violencias ante la impotencia de la alcaldía.

El dinero público gastado en becas no es de poca monta. En Jóvenes en Riesgo hay cerca de 1.200 personas, más otros 4.000 desmovilizados, que reciben cada uno $400.000 mensuales, lo equivale a más de $25.000 millones cada año destinados en parte a aceitar la violencia! Y ya llevamos, desde el 2004, seis años dando becas para la violencia y cada día la ciudad está peor.

Y lo más peor. Con la capacidad de discreción de la alcaldía de decidir quiénes reciben los $400.000 mensuales, el Programa se ve clientelista y politiquero; y a futuro, podría servir para hacer bandas oficiales de delincuentes al servicio del gobernante de turno. Qué miedo un régimen gatillero, qué horror delincuentes oficiales! Sería un esperpento contra la vida y la democracia!.

Las Farc tienen a sueldo a los guerrilleros. Las AUC tienen a sueldo a los paracos. Si no se corrige el camino, puede ocurrir que la alcaldía ponga sueldo a las bandas urbanas.