¿Dónde están los corruptos?

¿DONDE ESTAN LOS CORRUPTOS?

 Luis Pérez Gutiérrez

La corrupción es abominable en todas sus dimensiones. La Corrupción es tan dañina para la sociedad como cualquier acto de violencia o terrorismo. Se fundamenta en el inaceptable principio que vale más el dinero que la norma. Hay dirigentes decentes que luchan contra la corrupción pero hay muchos otros que se autodeclaran pregoneros de la honestidad para ocultar su pasado fangoso. Y en los últimos años, se han puesto de moda, políticos que con hipocresía ondean la bandera de la honestidad para obtener aplauso popular. Por aquí, denigrar de la corrupción parece ser más un gran negocio, que un gran propósito. Los resultados contra la corrupción son irrisorios. Si alguien ha engañado a Colombia son los dirigentes que predican la lucha contra la corrupción. Muchos gobernantes llegan al poder con el ofrecimiento de acabar con la corrupción, pero en lugar de erradicarla la han incrementado de una manera escandalosa. La anticorrupción no es en esencia un programa de gobierno, tiene que ser un principio inviolable del gobernante. Transparencia Internacional acaba de certificar que, en Corrupción, Colombia va como el cangrejo. En Alemania, en 2009, Transparencia Internacional ubicó a Colombia en índice de corrupción a nivel mundial en el vergonzante puesto 75. Pero mirando la historia, la cosa es más grave. En 1999, Colombia ocupaba el puesto 72 en el mundo. En el 2001, mejoró al puesto 51. En el año 2006 aumentó en corrupción el puesto 59. Y así siguió aumentando, ocupando en el 2007 el puesto 70. Y en el 2009, el puesto 75. Es una señal que gobernantes de los últimos años han acelerado la corrupción. Cuántos alcaldes, gobernadores y presidentes han sido elegidos con la única consigna de derrotar la corrupción! Pero gobiernan, y en el país cada día más corrupción. La Sociedad tiene que levantarse para preguntar con más exactitud: ¿quiénes son los corruptos? ¿Dónde están los corruptos? Los verdaderos corruptos se mantienen agazapados, desviando la atención para facilitar su tarea, acusando a gente inocente, para ellos seguir capturando con hipócrita elegancia todas las riquezas del Estado. Colombia parece un territorio de corrupción con corruptos invisibles. La Contraloría de la Nación dice que quienes mueven la corrupción son empresarios y que en los grandes casos de corrupción siempre hay una decisiva participación de empresarios. En corrupción la hipocresía se ha pasado de abusar. Las élites que capturan el estado son sobresalientes conferencistas sobre ética y decencia. Debe quedar claro que los corruptos no son los pobres. La Corrupción es una práctica de élite. Y por ser una práctica de poderosos, han logrado crear un velo que oculta a los corruptos que se pasean por los pasillos del poder. Y como los corruptos no son los pobres, no existen normas que castiguen con severidad a los promotores de la corrupción. Cada año la corrupción carcome un punto del PIB, carcome $4.000 millones de millones de pesos. Ante semejante descalabro nacional, debería aprobarse una ley que declare como terrorista social a socios y a empresas que se descubran promoviendo la corrupción. Se les debe castigar a empresa y a socios con la prohibición de por vida de contratar con el Estado. Se necesitan empleados públicos sin bolsillos pero ante todo empresarios de manos limpias. Colombia tiene que correr el velo de la corrupción para descubrir los rostros de los poderosos involucrados en la captura del Estado. Con la corrupción acontece lo mismo que con la prostitución. En la corrupción el Empresario usa al político, le paga, satisface su deseo, lo deshonra y luego sigue dictando clases de ética en los grandes salones de la sociedad.

RESPETO PARA LOS DIRIGENTES DEPORTIVOS

RESPETO PARA LOS DIRIGENTES DEPORTIVOS

Luis Pérez Gutiérrez

El apoyo al deporte en Colombia ha sido irrisorio en todos los gobiernos. No obstante, nuestros deportistas han hecho por el país más que cualquier dirigente público o privado. Hemos tenido grandes deportistas más por casualidad que por causalidad.

Nuestros deportistas valientes, en medio de la pobreza y del desamparo estatal, se crecen como gigantes para hacer quedar bien a la patria.

Todavía el país sueña con una propuesta de avanzada para el deporte que es alimento esencial del cuerpo y poderosa gimnasia para el espíritu.

Y detrás de todos los avances en el deporte, están innumerables dirigentes cívicos del deporte, que trabajan y dedican su vida a gestionar y mendigar para mantener viva la llama del deporte.

Por eso, desagrada leer en Internet una conferencia en España del Director del INDER quien dice: “En Medellín durante muchos años en construcción, administración y uso de los escenarios deportivos se desarrollaron prácticas ilegales, delincuenciales como la corrupción, el clientelismo y el aprovechamiento de bienes públicos en beneficio de particulares… Pero la política pública que se aplica desde 2004 en Medellín ha permitido transformar las estructuras del deporte…” Sus palabras, son un irrespeto a la imagen internacional de la ciudad.

Es una agresión a la dirigencia deportiva de Antioquia. Es por lo menos una provocación, que un funcionario público salga al exterior con dineros sagrados del Estado a calumniar dirigentes de ligas deportivas que por más de 50 años han prestado su servicio cívico y leal al deporte.

Asegurar que antes de 2004 los escenarios deportivos del Municipio eran manejados por ilegales y delincuentes, pero que de 2004 en adelante ya todo viene del vaticano, es una agresión.

El vocabulario del Director del Inder no solo es descalificador de la historia deportiva de Antioquia, sino que entra a un debate que lo desfavorece a él y a quienes lo apoyan políticamente. Ese funcionario no se da cuenta el pantano sobre el cual está parado.

Para que el Director del Inder reflexione, hay que recordar que en lugar de descalificar como ilegal o delincuencial todo lo que le haya sucedido al deporte asociado antes de 2004, debe ser prudente pues las únicas dos alcaldías que han sido relacionadas con ilegales o delincuentes o narco paramilitares han sido precisamente las alcaldías que lo protegen a él desde el 2004 en adelante.

El Consejero Nacional de Paz y SEMANA (2008) aseguraron que la alcaldía de Sergio Fajardo tuvo “pactos tácitos” con Don Berna y de allí surge la famosa palabra Donbernabilidad, ya inscrita en el diccionario público. Y, pesa sobre la alcaldía actual de Alonso Salazar, quien nombró a este Director del Inder, cartas de Don Berna y declaraciones de la ex congresista Rocío Arias que testimonian que la alcaldía actual recibió el apoyo económico, político y militar de Don Berna, de Job, de Memin, de Giovani Marin entre otros.

La politiquería de creerse dueño monopólico de las palabras honradez y decencia, para calificar de indecentes o delincuentes a quienes no estén a su lado, ya tiene que pasar de moda. Hay que devolverle la verdadera decencia a la política que desde 2004 tiene a la ciudad degradada y dividida. No se puede aceptar la hipocresía como estrategia de éxito.

Ni Montecristo se salvó de la burla y la agresión de un funcionario del municipio, y ahora ningún dirigente deportivo se salva de otro funcionario que los quiere volver parte de lo ilegal o de la delincuencia.

Qué ingratitud con unos dirigentes deportivos que han escrito una verdadera historia de civismo y que mantienen encendida la llama del deporte.